A MORIR!.
Está bien improvisar. Que salga por acto reflejo. Que surja espontáneo. Pero de ahí a doblar el esfuerzo con doble jornada de rock (viernes y sábado) para respaldar aquello que dije alguna vez: "Si vamos a morir, que sea bailando un buen rock", diría que "hay un camino largo que baja y se pierde" (como mejor diría Facundo Saravia en su "Paisaje de Catamarca").
Cuestión que el sábado, no muy consciente que tengo más cigarrillos fumados que años vividos (y años tengo muchos) arribé al Club Social y Deportivo 13 de Abril, para responder a la palabra que empeñé con Fito un día antes. Estaría un rato. Un par de rock. Y eso debía ser todo. Y así fue nomás: estuve un rato (que duró desde las 23.15 hasta las 04.00 hs y como cuarenta rock pateados con absoluta irresponsabilidad y alegría. Qué decir del cuerpo! (cuál cuerpo?); ese que antes de quedar fundido, volcado, deshidratado y desmaterializado se encontraba partido al medio desde ayer? (Si, ese!).
Pensé en el fin de mis días. Y con ese renuncio a mi existencia fugaz en La Tierra, concluí que como donante de órganos aportaría (tal vez) mis córneas, el vaquero y los zapatos, pero no el espíritu (acaso no debiera que quedar en la pista de baile?) Hoy domingo, sigo contando con un cerebro separado del resto de mi cuerpo, que habiendo ganado el colchón, solo recordó lo bien que la pasé debido (como siempre) a que cuando Fito nos abraza con su mejor rock (y sin salida posible), bailamos hasta morir!.
Abrazo al mundo rockero!
por Aldo
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