Hace siete años comencé nuevamente hacer radio por la www.imaginariafm.com.ar , después de unos meses decidí festejar mi cumple junto a los oyentes de mi programa "Clásicos con Ritmo de Fito Mania" y desde ese momento no paramos mas con los eventos rockeros, Como siempre digo: Ni mejor, ni peor, tan Solo Diferente.
Hay Rock
Hay que poder decir con toda claridad, la sobrada capacidad del amigo Fito para generar un espacio con tanta cordialidad, alegría y ganas de repetir cada viernes el rock que propone: con toda la furia imaginativa y el placer sublevado al servicio de todos los presentes. Fito nos parece decir que la mejor defensa a la lenta entrega de los años, es un buen zapateo sin miedo a terminar en el piso. Y si estamos así de vivos, es que en algo estamos de acuerdo: si vamos a morir, que sea bailando un buen rock and roll, y si son con los clásicos de Fito Manía, mejor!!!. Hasta el próximo viernes amigos!!!.
La furia imaginativa y el placer sublevado que propone Fito cada viernes, son momentos intransferibles que no se pueden contar sin haberlos vivido y si acaso tuviste la oportunidad de vivirlos, resulta imposible contarlo porque como ya dije, son momentos intransferibles. Aguante el Rock and roll... hasta que los cordones nos separen!!!.
mejor!!!. Hasta el próximo viernes amigos!!!.
Aldo
jueves, 28 de mayo de 2015
Hay Rock -6- Continuara
POR OBRA Y GRACIA DE LA MUJER, EL ROCK IMPROVISADO HA DEJADO DE SER PELIGROSO.
martes, 26 de mayo de 2015
Rock imposible de narrar
CUANDO UN ROCK SE HACE IMPOSIBLE DE NARRAR,
ES PORQUE MERECE SER BAILADO.
Sin saberlo, me preparé toda la vida para responderle al
afecto y escucharme poder devolver en gestos sencillos, un
pronto abrazo imaginario que pudiera gratificar mi regreso nocturno a casa. Con esa idea, las distancias fluyen tan
misteriosamente ordenadas, que resuelven por si solas acercarme al movimiento y alejarme de la quietud.
Haberlo descubierto me dejó sin palabras, con presencias renovadas y dejando las ausencias sonoras por debajo de
las sombras.
Tarde o temprano, no importa lo que haga, cuanto demore, o lo niegue, algo se está encargando de empujarme
gradualmente hacia lo que sin mayores pretensiones busco: un ritmo que adquiera la forma de un buen "Rock and roll
Fitomaníaco" imposible de narrar, pero que sólo se pueda interpretar si lo bailamos.
Aldo
sábado, 23 de mayo de 2015
Hay Rock
HISTORIA DE UN MOMENTO
Las mujeres del saber bailar yacen cómodamente agazapadas, víctimas de un buen rock que obliga a pararse y e ir por ellas. De la mesa del rockero hasta su objetivo, existe un recorrido urgente. Sus oídos le anuncian que comenzó la música que tanto esperaba bailar. Su incontenible deseo está en juego y guste o no, es momento de actuar!. Lo sabe. Fito no pasa dos veces el mismo tema en toda la noche!. Entre tanto, los obstáculos parecen desaparecer de su visión. El sujeto solo tiene ojos para la dama y no hay mesas, sillas ni flashes en el camino que se lo impidan. La atropellada es inminente. Sabe que puede invertir unos treinta segundos, pero no más. Si el rock de su preferencia tiene una duración de tres minutos, sabe que si hay algo que no sobra, es el tiempo.Así las cosas, el sujeto va con toda confianza hacia una devolución de miradas de inequívoca aceptación. Aunque su decisión lo impulsa para adelante, en su cabeza se le amontonan una odisea de interrogantes un tanto desordenados: -"a ella le gustará el tema?; habrá pedido algo liviano para cenar y prefiere esperar?; estará cansada porque viene de bailar con otro? o será simplemente que no tiene el menor interés de bailar conmigo?"-. Demasiadas preguntas que el bailarín, no decide contestar. Resuelto, va por ella y ahí es cuando la magia del lugar esfuma toda especulación. Como por "arte del rock and roll" que emana de los bafles, uno vuelve la mirada en dirección a Fito y sospecha que debe tener algún acuerdo con los guiños cósmicos-musicales, porque toda vez que elije, selecciona y reproduce sonidos, hace que las pequeñas historias como estas, tengan siempre el mismo final: la pista es tomada por asalto!. Ocurrió ayer. Feliz ella, feliz él y el viernes agradecido por el rock que nuevamente hizo vibrar a todos los presentes. El master Fitomaníaco ,volvió a salirse con la suya.
Saludos.
Aldo Daniel Blejman
miércoles, 20 de mayo de 2015
Picnic Rockero 25 de Mayo
del Picnic Rockero en el
Ateneo de Don Bosco
Entrada Libre
Estacionamiento Propio
Hay Rock Fitomaniacos
EN DEFENSA DE LO INOLVIDABLE
Las noches no son ni buenas ni malas. Están ahí. Sujetas a lo que somos capaces de provocar. Serán inolvidables en la medida que aparezcan las ganas de soltarse. Y no lo serán, si dejamos que el prejuicio nos gane la cabeza. Es casi una cuestión genética!. Estoy convencido que estamos diseñados para algo más que comunicar desde lo verbal. Uno no conversa al compás de las caderas. De hecho, no me veo en un debate de ideas zapateando frenéticamente!. Porque el ritmo del debate impone mente abierta y lo que salga medianamente ordenado de los labios para decir lo que se piense. Entonces?. Habrá que darle el lugar que se merece al resto del cuerpo, que casi sin pensar y sin una sola palabra que decir, vibra inquieto y sincronizado en el preciso momento que la música despliega su mejor sinfonía emocionalmente rockera. Dicho esto, me voy a lustrar los zapatos porque el viernes habrá que respaldar lo que acabo de decir (en defensa de lo inolvidable!) claro. Saludos.LA OMNIPOTENTE ELEGANCIA DEL NEGRO
Últimamente vengo somatizando ciertos estados alterados por el influjo de las noches bailables. Inicio los viernes por la mañana con una simple ceremonia, donde me planteo un futuro inmediato proyectando el refugio que me espera y donde anida el mejor rock. Allí honramos (digamos… intentamos?) a los Rolling, Creedence, Chubby Checker, Elvis, Johnny Rivers entre muchos otros, zapateando hasta pasados los calambres de madrugada.Por escala de valores, podría definirse como controlado. A pocos minutos del evento, el control se muta en descontrol, liberando ansiedades que sin tiempo que perder, ganan velocidad. A un ritmo tal, que alcanza la categoría de rito. Y acá, por gracioso que parezca, nos ponemos serios. Porque no es posible que a minutos de salir hacia la rockería, todavía esté pensando qué pantalón negro me llevaré puesto. Conducta más obsesiva que ingeniosa porque la variedad de colores, no parecen tener lugar ni posibilidad alguna de coexistir con otros colores que no sea el oscuro y lúgubre negro. Como si se asumiera dueño de mi intento-bien vestir, el muy atrevido negro presume de su omnipotente elegancia y no permite ningún otro color que le dispute mis extremidades inferiores. Si le pudiera poner voz a esta situación, el diálogo sería algo como: -“Mirá verde, venite la semana próxima, si aparece otra pierna te llamamos”- “por ahora”- agrega el negro: -“el flaco es mío!”-.
Nada. Solo quería comentar que existen historias dentro de otras y porque la fantasía forma parte indisoluble del rock and roll. Saludo a los amigos Fitomaníacos.
Hay Rock
EL PECADO CAPITAL QUE FALTABA
El viernes 15 de mayo fue otra noche de pecados capitales. Pese a que no existen antecedentes bíblicos, la gula de tanto rock parece ser el otro vicio que viene despuntando, porque el poro transpirador reafirmó que no existe noche sin camisas empapadas de rock. También, con esa música, el que tiene frió es porque que se trajo la cubetera de casa).Con Fito en César, estrenamos privacidad y los fumadores bajamos la dosis (a fumar a la cochera pibe!).
Waldo y La Tana festejaron su cumple en medio de la pista. Y vaya regalo!. Waldo se bailó con todas las chicas, y la Tana bailó con más caballeros de los que pudo juntar en sus días de remisera. La Tana se cansó de amagar (que si voy, que si vengo, que si fui...!) y se vino bien de lejos para hacerse de amigos en un ratito nomás.
Pasa acá (allá no sé, porque no conozco) pero esta gente toma la pista por asalto y no la suelta. El master fitomaníaco lo entiende así y habrá que creerle porque ha hecho de cada viernes una cita obligada que si no venís, simplemente te la perdís (te).
Luego de tanto esperar, Fito cumplió con su deber. Sobre el cierre de la noche, clavó el tema "El relámpago" de The Sweet y por poco -este narrador- visitó el piso que le hizo recordar sus días de patinaje sobre el hielo que nunca pudo lograr el equilibrio (ni siquiera cuando intentó huir valientemente). Tenía razón Fito, era demasiado rápido para zapatearlo. Después de todo, así son los relámpagos no?.
Sea que ganemos el cielo o el infierno, que nos pongan en medio del Cosmos si el destino así lo quiere, en tanto haya "Espacio" para un buen rock and roll!. Amén, queridos amigos.
Saludos al master Fitomaníaco y a todo el torrente de rockeros que decidieron estar juntos y no aflojar.